Alampla es el nombre de un tipo de ave marina mediterránea presenta en la costa catalana y también el nombre de la nueva editorial liderada por el investigador y experto en patrimonio cultural y turismo Jordi Tresserras Juan, que junto a Lluís Pons Ferrer, se propone rescatar la historia cultural de la gastronomía en el territorio en el que nace.

En conversación telefónica con The Foodie Studies, Treserras comenta que tras la experiencia de la publicación en 2020 de su libro Cuina de Mar i Muntanya. Costa Brava Sud —en el que cada receta va ligada a la historia de una persona y del lugar que habita— tomó la decisión de trabajar por su cuenta el valioso patrimonio de la historia de la gastronomía local y gracias a  la asesoría a emprendedores del Instituto Catalán de Industrias Culturales decide «meter toda la leña en el asador» y montar Alampla.

Cuina del delta de l’Ebre. Els receptaris de la Fonda de la Parra o el Cafè de l’Alguacila de Camarles i de la Torre de la Granadella de Rosita Ferré Mauri  y el propio Jordi Tresserras Juan es el primer libro del sello editorial con el que acaba de salir al mercado y que homenajea a las coquesas, cocineras y guisanderas como Irene Blanch del Café de la Alguacila o Fonda la Parra de Camarles, Paula Pino y su limpia Cinta Curto de la Torre de la Granadella de la familia de León, Nieves Escandello de la Finca de la Granadella de la familia Albacar, o Cinta Buera del Hostalet de la Mosca.

En marzo de 2025 saldrá el segundo libro La Cuina de Castelldefels i de les Costes de Garraf – Sitges y aunque por el momento la serie de lanzamiento está escrita en catalán, Tresserras no descarta publicar en otros idiomas.

El objetivo principal de Alampla es preservar las historias locales a través de la cocina, porque «o se explica y se documenta o se pierde». Comenta el nuevo editor comenta que uno de los periodos más difíciles en la preservación del patrimonio culinario fue la posguerra, entre 1937 y 1950, puesto que la falta de productos provocó la pérdida de muchas recetas.

Tresserras asegura que «con estos libros la gente redescubre sus orígenes, porque más allá de sus abuelos poca gente tiene memoria familiar».

El proyecto editorial cuenta con imprenta en el Priorat, así como diseñador gráfico local, «comprometida con el territorio».

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