(Artículo de revisión bibliográfica publicado en la revista de divulgación científica The Foodie Studies Magazine. (Versión con bibliografía y notas al pie en PDF).

Por Laia Shamirian

Resumen

La comida es narrativa, historia, representación y vínculo. Los ingredientes que escogemos, los platos que elaboramos, la forma en la que los consumimos y junto a quien los tomamos, conforman en sí mismo una serie de ritos y particularidades. Estos rituales son de tal importancia que tienen la capacidad de definir al individuo y a la comunidad. El objetivo de este artículo es mostrar dicho aspecto multidimensional de la comida con especial mención en las áreas de identidad y pertenencia, enfatizando las comunidades en diáspora. Los resultados muestran una clara relación entre aquello que se toma y cómo se toma como elemento de identificación a lo largo de diversas culturas y comunidades. Estos datos llevan a concluir que la comida tiene un importante rol en la construcción de la identidad y la creación de lazos y comunidades. A su vez, abre la posibilidad de hacer uso de la gastronomía para crear sentimientos de pertenencia incluso entre grupos diversos y de identidades mixtas.

Palabras clave

Comida e identidad, diáspora, fe

Abstract

Food is narrative, history, representation and bond. The ingredients that we choose, the dishes that we prepare, the way in which we consume them and with whom we take them, make up in itself a series of rites and peculiarities. These rituals are so prevalent that they are capable of defining the individual and the community. The objective of this article is to show the multidimensional capacity of food to represent: identity and belonging, emphasizing diaspora communities. The results show a clear relationship between what is taken and how it is taken as an element of identification throughout various cultures and diaspora communities. These data lead to the conclusion that food plays an important role in the construction of identity and the creation of ties and communities. At the same time, it opens the possibility of making use of gastronomy to create feelings of belonging even among diverse groups and mixed identities.

Key words

Food and identity, food and diaspora, food and faith

Introducción y situación actual del tema a tratar 

“Sería más fácil cambiar el sistema político de Rusia que hacer que abandonen el pan negro; China abandonaría el socialismo más fácilmente que el arroz. No obstante, la población de esos dos países muestra una extraordinaria disposición para experimentar nuevas comidas.” – Sidney Mintz

La relación entre la comida y su multidimensionalidad ha sido estudiada en profundidad desde el área de la antropología. Sidney Mintz, considerado el fundador de este ámbito, fue el pionero con su obra Dulzura y poder (1985) un recopilatorio del recorrido del azúcar desde la producción en los campos del caribe hasta su consumo en las zonas urbanitas. En su obra lleva a cabo la reflexión más allá de la necesidad fisiológica estudiando el consumo de dulce como elemento clave en la construcción de un nuevo sistema social. 

Los ejemplos acerca de cómo la elección alimentaria nos define a nosotros y/o a un colectivo determinado lo encontramos en artículos como: “Challah and its performance of the American Identity” por Gabrielle Adena Hersch (2018). En él la autora aborda el hecho de que el pan jalá, un pan judío consumido cada viernes por la noche para dar la bienvenida a Shabbat, permite al judío secular identificarse y sentirse parte de la comunidad judía aún y a pesar de no ser religioso. 

A este respecto, David Kraemer añade en su artículo “Jewish eating and identity through the ages (2007)” como esos mismos rituales gastronómico-religiosos son capaces tanto de aunar como de separar, es decir, de identificar o no identificar a las personas como parte de un mismo grupo.

De igual forma, la esencia de la comida como sentimiento de pertenencia capaz de hacer prevalecer a una comunidad en diáspora queda establecido en el capítulo de “Dinner in the homeland” del libro Memory, food and the Armenian Diaspora por Carel Bertram (2018). En él la autora explora el regreso de los descendientes de la diáspora armenia a Anatolia, antigua armenia y presente Turquía, y su encuentro con recetas de su propia narrativa originarias de allí. El vínculo que establece la comida es tal que consigue conectar a los descendientes de una comunidad en diáspora con la tierra de origen, aún y a pesar, de no haber llegado a conocerla nunca.

No queda fuera de estudio la relación entre la comida y el género, la clase social y económica, estudiada en profundidad por Drewnowski en su trabajo “Does social class predict diet quality?“ (2008) o la construcción del concepto de nación a través de la enfatización de platos nacionales por Ronald Ranta (2020).

Una extensa bibliografía elaborada en distintos lugares del mundo que destacan cómo la comida puede moldear al individuo y a la comunidad. 

Objetivos e hipótesis 

Esta revisión tiene como objetivo mostrar el estado actual de los estudios sobre la representación identitaria a través de la mesa y abrir la puerta a la reflexión acerca de cómo la comida puede convertirse en una herramienta útil y de amplio alcance para construir la pertenencia en una sociedad en constante cambio y con una permeabilidad cultural en aumento.

El trabajo baraja las siguientes hipótesis:

– La elección alimentaria representa nuestra identidad.

– La representación de la identidad a través de la mesa es transversal y común en diferentes áreas y comunidades.

Debido al papel fundamental de la comida como representación del individuo y el colectivo, la comida se presenta como una herramienta muy poderosa para crear pertenencia en colectivos no uniformes.

Metodología

La metodología utilizada para la presentación del estado actual del tema a tratar es una revisión bibliográfica tradicional utilizando bases de datos académicas: Francis and Taylor, Appetite, Scielo, Anthropology of Food Y Journal of Ethnic Foods.

Dicha revisión sigue las pautas tradicionales recogidas en el artículo “Cómo hacer revisiones bibliográficas tradicionales o sistemáticas utilizando bases de datos académicos” de Lluís Codina de la Universidad Pompeu Fabra.

Resultados 

A. Qué es la identidad

Tal y como afirma el investigador Eser Yilmaz en su artículo “Identidad: definición y tipos”  mientras la identidad es un concepto abstracto y subjetivo, es de vital importancia para el establecimiento de nuestro comportamiento, de nuestras relaciones y para delimitar qué decisiones tomamos. 

B. Cuál es la relación entre la comida y la identidad

La comida tiene la capacidad de representar y de construir dicha identidad. En palabras de Mintz permite a la gente expresar quiénes son para sí mismos y para el resto del mundo.

Un ejemplo de la asociación entre identidad y elección alimentaria es la recogida en el estudio de Gina Almerico donde expone cómo cinco tipos de dietas distintas (comida rápida, comida saludable, comida sintética, comida vegetariana y comida gourmet) fueron relacionadas con cinco personalidades distintas. En el estudio se asociaron aquellos que tomaban alimentos gourmet con un pensamiento liberal, a los vegetarianos con el pacifismo y a los que optaban por alimentos saludables como activistas.

La línea entre la dieta y la posición política ha sido estudiada desde muchos ángulos. Desde la capacidad de adivinar el voto de los ciudadanos basándose en su lugar de comida rápida favorita hasta la posibilidad de construir el concepto de nación con platos nacionales.

Sobre nacionalidad e identidad también George Leonard menciona la paradoja de los inmigrantes de segunda generación. En su libro The Asian Pacific American Heritage muestra el ejemplo de una descendiente coreana adolescente que reniega del kimchi, un fermentado picante tradicional, por parecerle demasiado llamativo en el entorno americano en el que se ha integrado. No es sino un amigo americano quién le da a probar kimchi y le “anima a descubrir” platos ignorando que la procedencia del plato y de la amiga son la misma. 

Este ejemplo nos conduce a dos grandes cuestiones: la exclusión de rasgos culinarios de origen en pro de la integración y la falta de noción de un patrón cultural propio. Es decir, tal y como también apunta el autor del artículo, aquel que no es consciente de estar siguiendo un patrón cultural considera todas sus acciones naturales y lógicas. Ese es el caso de la persona que ofrece el kimchi a la persona coreana. La falta absoluta de noción de su propio patrón cultural, que en este ejemplo gastronómico incluye la adhesión de nuevos platos de diferentes naciones, no le permite empatizar ni comprender hasta qué punto para la otra persona escoger, tomar o no tomar ese plato, la posiciona en un lado u otro de la sociedad.

Esa comprensión profunda de los patrones culturales y las dificultades para hacerlos encajar en un entorno cultural distinto es uno de los puntos clave a los que se enfrentan las poblaciones en diáspora o migrantes. 

C. Cuál es la relación entre la diáspora y la comida 

Cómo afirmaban Doring et al. la cultura gastronómica es aquella que permite no sólo el anclaje con las raíces sino la capacidad de seguir el rastro de los movimientos migratorios por el carácter transcultural y permeable de la gastronomía.

De esta forma, comunidades judías en Nueva Zelanda, mujeres Goan, descendientes de las colonias portuguesas del este de India y actuales residentes de Canadá o la comunidad persa de Aotearoa, Nueva Zelanda, continúan en contacto con sus comunidades de origen a través de la narrativa gastronómica. Mientras tanto, platos como Vospov Kofta, una especie de albóndigas alargadas de lenteja roja, se constituyen como un nuevo elemento representativo de la comunidad armenia, aún y habiendo sido asimilado a partir de la convivencia con la población Siria durante la diáspora. Demostrando la capacidad regenerativa de la gastronomía.

Finalmente, Fabio Parasecoli explora en su obra Gastronativism el uso ideológico de la comida para establecer quién pertenece y quién no pertenece a un colectivo concreto. Pone sobre la mesa el uso corrosivo del concepto y establece formas de canalizar esta capacidad para el mantenimiento de las raíces y la conservación de las comunidades en peligro de extinción.

Discusión de resultados 

Los resultados nos muestran una estrecha relación entre comida e identidad.  Lo hacen a través de un amplio recorrido de perspectivas y lugares del mundo. Bien sea debido a la clase social, a la clase económica o a la sensación de pertenencia la decisión consciente o inconsciente de aquello que es comido genera una percepción concreta sobre quiénes somos.

Tal es el caso del primer resultado que muestran la conexión entre elección alimentaria y percepción externa.

Asimismo, los estudios realizados en cuanto a política y creación de la nación a través los alimentos vuelven a enfatizar dicho proceso de identificación con un grupo o ideal según aquello que comemos.

Los estudios de las comunidades en la diáspora destacan el doble efecto de la comida en cuanto a la preservación y a la creación de una nueva identidad.

Así lo muestran el caso de la coreana americana y su decisión de negarse un plato tradicional coreano en pro de concederse a sí misma una identidad más americana. De igual forma las diversas obras mencionadas de la diáspora armenia como Memory, food and the Armenian diaspora por Carol Bertram, el estudio de la comunidad Goan o el de los judíos de Nueva Zelanda muestran la cocina, específicamente de la mano de las mujeres, como la herramienta que permite preservar una identidad durante generaciones aún y estando alejados de los ingredientes locales o de las fuentes de las recetas. Todo gracias a la decisión de seguir consumiendo esos platos como representación de pertenencia. 

El caso del vospov kofta otorga más fundamento todavía en los resultados a la posibilidad de crear una identidad nueva. Este resultado es un ejemplo de cómo la permeabilidad gastronómica puede llegar a construir a través de los platos el vestigio del camino que siguió la comunidad, allí donde residió y donde hizo camino ante la imposibilidad de tener un lugar de regreso.

El trabajo de Parasecoli hace hincapié en este efecto constructivo mostrando cómo la funcionalidad gastronómica puede ser dirigida de forma consciente para la conservación de identidades como la indígena, así como para la construcción de nuevas identidades y escenarios

Conclusiones 

Los resultados nos llevan a la conclusión de que la gastronomía tiene un potencial extraordinario y muy poco explorado en la construcción de relaciones interpersonales e intercomunitarias. Queda demostrado que indistintamente de la cultura la comida envía un mensaje sobre quiénes somos que es percibido por el resto del grupo, y consecuentemente decisivo para establecer las relaciones de pertenencia.

Esta característica convierte a la gastronomía y la cocina en una herramienta idónea para crear comunidades fuertes y saludables dentro de un marco evolutivo de gran dispersión y mezcla cultural.

En el momento en el que la persona entiende todo lo que es capaz de expresar con su plato, puede reflexionar acerca de en quién le convierte comer lo que come y si está de acuerdo con el resultado o preferiría cambiarlo. Una posibilidad que la cocina y la comida otorga a todas las personas.