Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico. Foto de un plato de Quique Dacosta por Thomas Michard

Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico. Foto de un plato de Quique Dacosta por Thomas Michard

Máster Chef y Top Chef, entre otros concursos de cocina televisivos, han fomentado la idea de que la crítica gastronómica es ofrecer un juicio sobre un plato. “Me gusta/No me gusta/Le falta sal/Está crudo” y eso cuando los jueces quieren ser benévolos. Cuando quieren subir la emoción entre la audiencia, se pasa del juicio al derribo: “Esto es una porquería” (por no decir mierda).

En los blogs gastronómicos que crecen y se multiplican, para mi personal entusiasmo, sin embargo nos encontramos habitualmente con lo contrario. Halagos y más halagos a platos, restaurantes y cocineros. Y no es que esté mal, claro que no, pero ¿no sería mejor que aportara algo más ya que se trata de una crítica?

Y es que en la crítica gastronómica ni todo son halagos ni todo es derribo. Además, la crítica gastronómica es mucho más que emitir juicios. La crítica gastronómica de calidad se diferencia porque aporta al lector además de información sobre un restaurante, un cocinero, un tipo de ingrediente o plato o sobre una tendencia en la alimentación, una contextualización, una interpretación y, sobre todo, una valoración global que aporta al lector una visión amplia e interesante no solo del restaurante o del cocinero del que se habla sino también del momento gastronómico y social en el que se vive. La buena crítica gastronómica, la contemporánea, trasciende al restaurante para llegar a la médula del hecho cultural y social que representa la comida.

Es habitual escuchar a muchas personas que estrenan su blog gastronómico o su espacio de crítica que lo hacen porque les gusta comer. Desde luego, es fundamental que así sea, pero además de comer también se agradece el gusto por saber. Para ello, una de las principales opciones es la formación autodidacta en la que muchos nos hemos forjado, leyendo, probando, escribiendo, viajando, viviendo y pensando. Pero para quienes prefieran no empezar desde cero, qué mejor que acercarse a la experiencia de quienes ejercen la crítica a través de un modelo de formación académica y conocimientos “wiki”, mediante el que críticos y periodistas gastronómicos compartimos lo que hemos aprendido. De forma abierta, sin secretos, sin ingredientes ocultos en las recetas. Como ya lo han hecho los grandes cocineros. Esta es la propuesta de The Foodie Studies, que comenzará la tercera edición de su Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico el próximo 13 de octubre de 2015.

Las clases de este Máster se imparten de forma on-line en tiempo real a través de videoconferencia a un horario convenido con el alumnado, que tendrá acceso a un campus virtual con toda la documentación y herramientas de formación.

Se trata de un Máster en el que podrás desarrollar un proyecto propio durante los nueve meses en los que transcurra la formación y para el que puedes acceder a becas. Durante esos meses, quienes formamos parte de The Foodie Studies, te apoyaremos y asesoraremos en su desarrollo.

Pide información y presenta tu propuesta a beca para el Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico.

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