Eugenia Afinoguénova. Marquette University (Milwaukee, Wisconsin, EE.UU.)*
(Reseña para The Foodie Studies Magazine, nº9)
En la portada, mordiéndose la cola en el círculo concéntrico exterior, aparecen dos títulos y dos nombres que apuntan a una autoría compartida y evocan la continuidad de las artes: “Fotografías MIREIA SENTÍS&MONTSE GUILLÉN sugerencias de cocina”. No es un álbum fotográfico de la políglota, artista, comisaria, escritora y editora Mireia Sentís, que no profesa especial amor por las artes gastronómicas. Ni tampoco es un compendio de recetas de la chef provocatrice Montse Guillén, quien de muy joven convidaba en su restaurante barcelonés MG a artistas aceptando a cambio obras para exponerlas allí mismo y quien a partir de los años noventa, a caballo entre Barcelona y Miami, hizo a más de un famoso comer insectos. Lo que tenemos enfrente es un “libro de artista” en que dos artistas que habían sido amigas desde los años ochenta se animaron la una a la otra a celebrar las múltiples facetas de sus respectivas personalidades y biografías creativas.
Esta colaboración nació como conversación a distancia. La temporada navideña de 2020, Mireia Sentís compartió por WhatsApp una foto de una romanesco como si fuera un árbol de Navidad. “¿Sabes qué hago yo con esto?” fue la respuesta de Montse Guillén acompañada por una sugerencia. Unos WhatsApps después, un diálogo en que cada una hablaba el lenguaje de su oficio se convirtió en un juego que dio para tanto que Mireia Sentís—autora de varios libros de artista—sugirió convertirlo en un libro. Desde donde estuviera, ella compartía imágenes de lo que podrían ser ingredientes pero que eran, en realidad, unos retratos llenos de ternura y humor que le devolvían la mirada a un ojo utilitario: un puerro en un florero, un repollo llevando gafas de sol, una raíz de jengibre convertida en una caracola, velas de zanahoria, constelaciones de cuscús, vórtices de espaguetis. Montse Guillén respondía desde Miami con unas líneas que podrían ser recetas pero que eran recuerdos, inventos o sugerencias que cruzaban la frontera entre lo profesional y lo personal. Una cesta de limones en un limonero evocaba un dulce que inventó en 1978 para salvar el día en el restaurante de sus padres cuando se les acabaron los postres. La imagen de un pato de juguete entre fangos y arbustos de romero (según explica en el prólogo Juan Manuel Bellver citando a Mireia Sentís, ella no fotografía ‘cadáveres’) nos lleva a MG donde, a finales de los setenta, Montse Guillén hacía deliciosos magrets de pato con uvas. Perforar rodajas de salchichas con varillas de espaguetis y cocerlos juntos (una “receta ideal para los niños”) recuerda los híbridos gastro-visuales que el equipo creativo de Montse Guillén y su pareja el artista Antoni Miralda desarrollaron a los dos lados del Atlántico.

Página 66 del libro Gustos&Colores de Mireia Sentís y Montse Guillén.
Hacer sonreír, jugar, animar—es lo que hace este libro desafiando las expectativas asociadas con los textos gastronómicos. Como en La traición de las imágenes, —el cuadro de René Magritte que pone “Esto no es una pipa” debajo de la imagen de una pipa—, cada página aquí nos hace un guiño diciendo: esto no es un producto, esto no es una receta. Un texto sobre la patata lleva, a su derecha, el título de la siguiente sección, “Higo”, y al pasar la página, encontramos un texto sobre el higo con el título “Judía” a su derecha. En esta divertida “cesta de compra” imaginada por las autoras, las palabras y las cosas se solapan y, según Mireia Sentís, “esa proximidad muy a menudo nos sugiere combinaciones culinarias en las cuales no habíamos pensado al adquirirlos”. Incluso las letras diseñadas por el editor y artista tipógrafo Joaquín Gallego no están ahí para que las leamos sin más. Cada título se disfraza de lo que expresa: “sardina” es una palabra ondulante en azul que parece nadar en el agua, “zanahoria” es… ya lo han adivinado… color zanahoria con un puntito verde sobre la “i” escrita con letras altas y estrechas, a diferencia de “cereza” o “tomate” que están escritas en letras redondas rojas y carmín. ¿Y qué pasa con “cerdo”? Ah, ya veo, tiene color y forma de chorizo. Al igual que los ingredientes que, trasformados en personajes o paisajes, no invitan a consumo y las recetas que se comparten con generosidad pero sin promesa a ser replicables por tan personales, las letras están para que las saboreemos en el mejor sentido, el menos literal, de la palabra.
Y así procedemos, entre la curiosidad, la sorpresa y la sonrisa, invitados por las autoras y el editor a jugar atravesando el tiempo y el espacio. Un juego que continúa ahora aún más allá del más allá. La presentación de este libro fue el último acto público al que pudo asistir Montse Guillén. El espacio de la Fundación FoodCultura estaba lleno, y en medio del invierno el evento, tan generoso como este libro, puso a todos de buen humor. Miralda convirtió cinco ejemplares en artefactos: colocó el libro en el centro de un marco improvisado de cacahuetes sin cascar, escribió al lado la receta parafraseando una de las “sugerencias” (hervir cacahuetes con paprica ahumada antes de chuparlos y comer tibios) y lo selló todo al vacío como recién salido de un supermercado. Los cacahuetes se servían a los invitados como si fueran edamames. Desde la pared, los “ingredientes” fotografiados por Mireia Sentís observaban al público. Y ver a tanta gente feliz hizo que la más animada fuera la propia Montse Guillén.
Es una gran suerte para nosotros que este libro haya visto la luz. Es un viaje a través de dos artes que, unidas por el signo translingüístico de “&”, exploran la mirada gastronómica y su discurso como si fuera un lenguaje raro cuya gramática aún está por hacer. Y es, sobre todo, un gesto de amistad que nos incluye, un peán a este mundo lleno de gustos y colores y una obra de arte que nos invita a aprender de nuevo las relaciones imprevisibles entre cosas con alma y palabras con memoria.
Mireia Sentís y Montse Guillén, Gustos&Colores. Edición y diseño gráfico Joaquín Gallego. Prólogo de Juan Manuel Bellver. Producción gráfica Safekat. 2023.

Artefacto realizado por Antoni Miralda —compañero artístico y de vida de Montse Guillén— para la presentación del libro.
* La autora agradece a Cristina Arribas la información sobre el libro y a Yanet Acosta Meneses la invitación a contribuir una reseña a Thefoodiestudies. Esta reseña hubiera sido imposible sin los datos proporcionados por Mireia Sentís y sus comentarios sobre el borrador. Todos los defectos de este texto son, sin embargo, la única responsabilidad de la autora.
Cita de la reseña: Afinoguénova, E. (2025): «Gustos&Colores de Mireia Sentís y Montse Guillén, un libro de artista hecho de una nueva gramática de la comida». Reseña Mireia Sentís y Montse Guillén, Gustos&Colores. The Foodie Studies Magazine, nº 9.
Sabia reseña para un libro sin sabor ni olor pero si con color y corazón
Gracias. Qué bello comentario.