Por Josefina López Pérez

Últimamente me llegan muchos mensajes  interesándose por el trabajo que vengo realizando hace años utilizando el proceso de cocina como una herramienta terapéutica dentro de las posibilidades que me ofrece mi labor como psicoterapeuta 

Esto no sucedía así cuando puse en marcha esta iniciativa que, en su momento no fue bien recibida por todos los sectores, que tal vez por desconocimiento o novedad no supieron entenderlo.

En su momento podía parecer casi inaudito trabajar con el proceso de cocinar como una terapia eficaz y realista.

La escasez de información de este tipo de terapia y la falta de publicaciones referentes a ello hace necesario dar una visión general del proceso que realizo con este tipo de terapia tan innovadora y eficaz.

El hecho de utilizar el término  “terapia a través de la cocina”, gastroterapia o terapia culinaria generalmente lleva a error interpretándose como “ clases de cocina”, “degustaciones”  o enfocadas a las propiedades de los alimentos en pro de una mejora fisiológica.

La terapia a través de la cocina es una terapia psicológica que utiliza el cocinar como una  herramienta terapéutica de estimulación cognitiva, desarrollo personal e instrumento de comunicación y posibilita ser usada con efectividad en todo lo relacionado con el bienestar psicológico y emocional.

Dada mi experiencia personal desde que introduje la cocina en el ámbito de la psicoterapia la idea es que las personas implicadas puedan beneficiarse de su extraordinario poder de estimulación, de reelaboracion de conflictos como medio de desahogo, de facilitar un ambiente de reflexión donde vayan surgiendo realidades personales que puedan ser experimentadas,sentidas y ordenadas, de comprender y tomar consciencia del significado de sus creencias y simbologías y del descubrimiento de nuevos sistemas de relación al tiempo que potenciar la expresión emocional a través del proceso creativo que comparten.

Mi trabajo no sólo está centrado en desórdenes o problemas con una determinada patología sino en trastornos de animo o simplemente para personas que están pasando por momentos de bajón, perdidas de interés, duelos o desanimo o con necesidad de deshacer pensamientos recurrentes o negativos

A través de ella podemos potenciar la manera de afrontar el ritmo de vida fortaleciendo la inteligencia emocional y la afirmación personal.

En realidad, para enfrentar la terapia hay que distanciarse de estándares o tópicos acerca de la cocina, no vamos a aprender a cocinar recetas o a ser unos experimentados cocineros o gastrónomos.

Hemos de revestirla de la importancia que posee el proceso en sí y de la expresión de las emociones a través de este.

Surge como una disciplina puesto que posee un conjunto de conocimientos, principios, métodos y objetivos que le son particulares y que  utiliza el proceso de cocinar para mejorar el bienestar físico, mental y emocional . 

Busca efectuar cambios personales a través del uso de materiales y productos relacionados con el proceso de cocinar  en un entorno facilitador y protegido.

En este proceso se puede llegar a lograr un mayor conocimiento de si mismo conectándose con su mundo interior de lo que se deriva mejorar el autoconocimiento ,la autoestima, y el autoconciencia, se resuelven y desarrollan habilidades sociales y comunicativas , se incrementa el control emocional ,se reduce el estrés y la ansiedad  y controlamos posibles conductas problemáticas  resolviendo conflictos en una zona controlada .

El objetivo principal se centra en facilitar el proceso de toma de conciencia de sí mismo y canalizar las emociones y vivencias en beneficio de una mejor calidad de vida pudiendo expresar y resignificar sus sentimientos. Es poder conseguir «la sensación de uno mismo”, tomar conciencia de sus características personales para reforzar su identidad e intereses.

En un primer momento, la dinámica de la terapia es conocer a la persona, saber como se maneja con los materiales, cómo reaccionan ante este tipo de trabajo.

Precisamos crear un vínculo en un espacio de confianza donde cocinar sea visto como una manera de expresar su interioridad.

En este primer momento me centro en la autoestima, las funciones del ego y las habilidades adaptativas que puedan disminuir la ansiedad o la frustración 

En una segunda etapa me centro en estimular su potencial creativo expresando lo que conoce y desconoce de sí mismo, haciendo de hilo conductor entre la realidad y la emoción.

El proceso de cocinar tiene un extraordinario poder de estimulación que es capaz de estimular  nuestras neuronas de forma significativa conformando circuitos neuronales especializados funcionalmente que generan patrones de actividad que representamos mentalmente.

En esta fase buscamos que las personas estén conectadas con ellas mismas y su entorno, mejorando la relación consigo mismo y con otros, aumentando la capacidad de empatía 

Nos centramos en que puedan sentir bienestar interior, a pensar, reflexionar, a construir respuestas nuevas que les permitan desarrollar su potencial a nivel afectivo y vivencial. 

Las sesiones van dando las pautas de lo que vamos trabajando y las posibilidades que da la cocina como medio para canalizar la ansiedad, el estrés y para la toma de conciencia y el conocimiento más completo de sí mismo, de igual forma que la forma de trabajo va variando según las necesidades desde un funcionamiento no directivo ,donde se deja libertad completa sin ningún tipo de pauta, semi directivo, este es el mas frecuente y directivo completo en casos más concretos.

Algo verdaderamente importante en este tipo de terapia es que “creamos un espacio para sentir”.

Acogemos a las personas ,dandole un espacio donde expresarse en confianza ,es un lugar terapéutico que retroalimenta el estado emocional, la creación de este espacio de seguridad es fundamental para que las personas liberen pensamientos internos y que generen momentos donde sentirse en intimidad y poder empatizar con las personas de su entorno .

Este escenario o ambiente ficticio  proporciona el contacto, la cercanía y la expresión en contacto con otros y permite hacer cosas que otro lugar no harías cómo mostrar emociones temidas y cambiar patrones de conducta. Te reubica dentro de un escenario controlado, confortable y seguro

Aquí le damos valor a la necesidad e importancia de vivir a través de espacios de encuentros con otros.

Tras varias sesiones se da una transformación de la ansiedad a la necesidad de que fluya la creatividad.

Deja de ser importante lo que suceda fuera, se encuentran con sus vivencias , reconocen sus fortalezas y elementos resiliencia

Y les dota de un atributo esencial que es el de ser una forma primaria de comunicación.

Lo mas importante es la persona y el proceso en que utilizamos en la cocina como un medio de comunicación.

Usamos un tipo de comunicación conducido por la cocina para reconocer y transformar el mundo interno de las personas en proceso psicoterapéutico con fines educativos y en el  desarrollo personal ,es una aproximación inventiva para la resolución de problemas

Por lo que aspectos básicos y en los que se incide en todo el proceso de la terapia son:

Que es una forma de terapia en la que la comunicación no verbal es fundamental.

Una gran ventaja de esta forma de trabajar es que conseguimos que las personas expresen de forma sencilla lo complejo, pueden llegar a comunicar aspectos paradójicos de su propia vida, pueden usar simbolismos, fantasías ,imágenes del pasado ,sin necesidad de traducirlas a palabras ,con los recursos que ofrece la elaboración de una comida. Pueden transformar, revivir e interpretar en esa zona de confort que les proporcionamos .

Y no solo eso, sino que hacemos intervenir el grueso de los sentidos que van más allá de los cinco principales sino a otros subsentidos  como la nocicepcion que es la capacidad de sentir dolor para evitar daños al cortar o calentar, la mecanorrecepcion que es nuestra capacidad de respuesta, los reflejos (ese sería otro tema en el que profundizar en otro momento). Trabajamos focalizandonos en todos y cada uno de esos sentidos: con olores, texturas, movimiento, temperatura , colores, ósmosis, sinestesia, sabores o gusto.Es una necesidad de representación y proyección de su experiencia de vida.

A través de este tipo de terapia se pueden sacar al exterior procesos interiores, experimentar vivencias o cualidades subjetivas .

En realidad emerge el mundo interno del paciente que, de esta forma, proyecta su expresión vital. Parafraseando a la Gestalt es un desplazamiento inconsciente de sentimientos, impulsos instintivos, culpas, frustraciones u otras hacia situaciones u objetos distintos.

Un lugar para la catarsis 

Entendida como la liberación de emociones negativas, liberamos intensamente las emociones previamente contenidas. Una forma de abordar situaciones conflictivas sin ansiedad.

A través de este proceso se puede abstraer de la realidad concreta creando una situación parecida a algo real que nos alivie de temores y culpas

Reconciliación mundo interno/mundo externo. Orden del caos

En este tipo de terapia se relacionan los sentimientos e impulso internos con impresiones externas,ordenándose y reordenándose a si mismo y su entorno desde una perspectiva novedosa y diferente.

Intentamos promover un comportamiento sano que estimule la expresión de sentimientos abandonando las defensas rígidas y férreas que todos nos ponemos.

Resiliencia

Una de las características mas llamativas dentro del sector profesional de la cocina y que, en mis investigaciones acerca de la psicología del cocinero me han llevado a considerarla una de cualidades mas fortalecedoras tanto a nivel físico como emocional al tener, generalmente, la habilidad de surgir de la adversidad.

Sabe manejarse sanos reaccionando positivamente frente a los obstáculos y disminuyen la vulnerabilidad al aumentar su tolerancia a factores negativos que se les presenten. 

Son profesionales que tienen la capacidad humana de hacer frente a la adversidad, superarla y salir fortalecidos.

Este hecho nos proporcionan  aspectos tan importantes y fundamentales para la terapia como el equilibrio ante la tensión, la tolerancia ante el estrés,  el compromiso ,el desafío ,la superación y la creatividad. Con este tipo de terapia proporcionamos mecanismos de adaptación y funcionamiento en la vida, reforzando el sentido de control y autoestima.

En mi caso existe una orientación sistémica, psicoeducativa, cognitiva y conductal. Así como el trabajo de  mindfullnes centrado en la atención plena  que es la participación y presencia en el propio proceso de vivir, enseñar a observar sin juzgar. Lo aplico desde diversos aspecto como el psicoterapéutico, centrándome en la relación y desarrollo de sí mismo, el psicoeductivo —centrado en el aprendizaje y la adquisición de habilidades y cambios de conducta— , que tal y como he comentado anteriormente se compagina con una forma de comunicación mas allá del puro lenguaje con la asociación libre de cocinar desde el interior.

Es un trabajo que va dirigido a público de todas las edades, pues todos los aspectos referidos son adaptables a cada franja de edad modelándose para esta. No trabajamos tanto sobre los resultados, sino sobre las energías  canalizadas en la proceso y en el análisis y la reflexión verbal de lo conseguido.

Cuando trabajamos no nos centramos en el final exclusivamente, vamos más allá de este, insistimos en lo que representa, en la forma en que se ha hecho y el cómo describimos lo realizado.

Es una manera de involucrar completamente el proceso de elaboración de la comida transformándola en fracciones vitales de cada persona implicada. Se convierte así en un juego, un deleite donde poder experimentar sensaciones y sentimientos generados a partir de uno mismo y de lo que realiza.

Es evidente que los cambios favorables en la personalidad o en la forma de vivir se hacen con objeto de permanencia de ese cambio una vez terminada la terapia.

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