El ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar una ordenanza mediante la que permite cocinar en el ámbito de los mercados y sus aledaños, pero solo a empresas siempre que el puesto esté dotado de recogida de vapores por condensación. Además, la ordenanza abre la restrictiva normativa anterior para que se puedan vender en la calle otros productos envasados diferentes a los permitidos hasta ahora —frutos secos y helados— como bocadillos, ensaladas, bollos, etcétera, siempre que estén etiquetados y que el vendedor disponga de autorización para su puesto (que concederá el propio ayuntamiento si cumple un pliego de condiciones, que aún no se ha detallado). Esta venta de productos se realizaba ya en las calles madrileñas aunque de manera irregular.
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