Con la celebración del Día Mundial del Arte revisitamos la reciente Semana del Arte de Madrid, durante la que coinciden las ferias ARCO, ArtMadrid, JustMad, Hybrid Art Fair y Urvanity, en las que en este año el hilo conductor de algunas de las obras expuestas fue uno que nunca pasa de moda: la naturaleza muerta.

En la Historia del Arte se ha representado la comida a través de la naturaleza muerta o los bodegones. Bodegón en español, still life (naturaleza muerta) en inglés. Un género de la pintura que Cristina Giménez, la comisaria de la exposición, En el arte del comer. De la naturaleza muerta a Ferran Adrià (2011), lo define como

«Composición o arreglo en un marco espacial determinado, donde unos objetos sin vida –frutas, flores, artículos de menaje o piezas de caza- son colocados buscando un encanto colorista, a través de una fina iluminación persigue un efecto de serenidad, bienestar y armonía».

Con ausencia de la figura humana y como protagonista exclusivamente elementos cotidianos, reflejan el carácter efímero de la vida, expresando, cómo dice la profesora en la Universidad de Bellas Artes de la UCM, Toya Legido, que «una fruta a medio pelar tiene una vida corta y por tanto hay que consumirla». Muestran como el alimento en el presente está vivo, pero en el futuro estará putrefacto. Un medio para hablar de lo intangible a través de lo visible. Pero también, la naturaleza muerta muestra el lujo, ya que se puede considerar el “postureo” de antes, siendo encargos de burgueses adinerados para exhibir su opulencia.

Hoy en día, la naturaleza muerta ha transcendido la pintura, y se puede encontrar en todas las ramas del arte plástico. Además, el contenido ha evolucionado, pero su significado sigue siendo el mismo.

Tarros de piparras (2024) y Siete barras (2023) de Javier Sánchez Bellver en la feria JustMad. Foto de Ariadna Acosta

En la feria JustMad, que se celebra en el Palacio de Neptuno, en la galería emergente Lapislazuli se exhibían unos óleos del artista y arquitecto, Javier Sánchez Bellver (Madrid, 1951), con sugerentes repeticiones de objetos triviales: panes (Siete barras, 2023) y tarros de piparras (Tarros de piparras, 2024). En estas obras se apreciaba una belleza elemental a través de la abundancia. Sin embargo, en un cuadro más grande que se encontraba al lado, se veían unas repisas envueltas de papel de periódico con algunas manzanas verdes y una roja (Manzana roja, 2020). A diferencia de los anteriores, no se apreciaba la abundancia y las manzanas no estaban colocadas de manera uniforme, aunque Sánchez Bellver «encuentra en las repisas un instrumento para el estudio y la contemplación de frutas, verduras y otros objetos cotidianos». Según comentó el galerista, el artista pretende centrarse en la singularidad de los objetos cotidianos.

Manzana roja (2020) de Javier Sánchez Bellver en la feria JustMad. Foto de Ariadna Acosta

Nicolás de Maya (Murcia, 1969), por su parte, realizó una instalación de una mesa repleta de alimentos titulada Santa Cena (2023), inspirada en el conjunto escultórico barroco de La Santa Cena (1671) de Francisco Salzillo, del paso de la Semana Santa murciana. Alimentos como frutas exóticas, pan, cordero, pescado, cáliz de vino…, que nos deleita también con la abundancia. Cómo cuenta Serma D’Acosta en el catálogo de la exposición Conticinio (2023) de dicho artista, «enfrentarnos a esta mesa nos hace pensar sobre el alimento en una tierra fértil en productos para comer, presentados aquí con recogimiento ante la exuberancia y exaltación propios del Barroco murciano». Una mesa de madera pintada y viandas en yeso, todo en color blanco. Tanto la tabla de madera como todas las viandas, cubertería y objetos colocados sobre ella elaborados a tamaño natural, acentuando el impacto de la obra en el observador en la galería La Aurora en ArtMadrid, que se celebra en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles.

Santa Cena (2023) de Nicolás de Maya en la feria ArtMadrid. Foto de Ariadna Acosta

Alex Reynolds (Bilbao, 1978) en su vídeo Peel (2022) de 1 minuto 30 segundos de duración, ha logrado prolongar la vida de una naturaleza no tan muerta a través de un acto tan mundano como pelar una mandarina. Además, para hacer más difícil esta tarea, dos manos de cuerpos distintos intentan pelarla, chocándose en el proceso para ver quién termina primero como si fuera una competición. Un vídeo proyecto en una pequeña tabla de madera en el suelo se encontraba en Luis Adelantado Gallery en ARCO Madrid, que se celebra en el IFEMA.

Peel (2022) de Alex Reynolds en la feria ARCO Madrid. Foto de Ariadna Acosta

Por otro lado, Ramiro González Luna (México), conocido artísticamente como Part Time Ceramist, crea bodegones únicos más contemporáneos en cerámica de una forma desenfada, pintado en colores vivos y con un toque naif. Su inspiración son objetos cotidianos abandonados y la basura, porque para él se deduce mucho sobre una persona según lo que deja atrás. En Gärna Art Gallery en Urvanity, que este año se celebró en Matadero, exhibió la representación de la comida que más se consume en la sociedad actual, como es el fast food o el sushi, donde también se pueden apreciar objetos de un solo uso: envases de cartón, palillos desechables, tenedores de plástico, entre otros. La diferencia entre los antiguos bodegones y los contemporáneos es que antes los residuos que aparecían eran de origen biológico, mientras que hoy son inorgánicos, en su mayoría no biodegradables, y la propia comida también se le denomina “basura”.

Obras de Part Time Ceramist en la feria Urvanity. Foto de Ariadna Acosta

Y Dafne Artigot (Zaragoza, 1966) también realiza bodegones más actuales como es el caso de Jesusito Pizza Pepperoni, en el que se muestran dos iconos importantes en nuestra sociedad: el catolicismo y la pizza. Siendo ambos alimentos para el espíritu y para el cuerpo, como canta Nathy Peluso en su canción Gimme Some Pizza, “Tú eres lo único que necesito (I want my pizza now)”. Exhibió sus piezas en el lugar más cómodo para disfrutar de una pizza: sobre una cama en Espacio La Cabina, dentro de la Hybrid Art Fair. Esta feria se destaca por su concepto diferente, experimental y único, donde cada galería se encuentra dentro de una habitación del hotel Petit Palace Santa Bárbara.

Obras de Dafne Artigot en Hybrid Art Fair. Foto de Ariadna Acosta

En definitiva, estas obras como ejemplos de naturaleza muerta se pueden ver como la comida oscila entre el lujo, la alimentación rápida y cotidianidad. El Arte y la Gastronomía están estrechamente ligados y a través de la gastronomía se pueden reflejar aspectos culturales, sociales y económicos de nuestra sociedad.

¡Feliz Día Mundial del Arte!

 

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