La gastronomía nos explica y permite contar cualquier cosa. Esta es una de las principales ideas compartidas por los periodistas Mònica Escudero, David Remartínez, Miguel Angel Almodóvar, Juan Barbacil, Lakshmi Aguirre y Yanet Acosta que se reunieron en el VI Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz, que impulsa la Universidad de Verano de Teruel-Fundación Antonio Gargallo, durante el 19 y 20 de septiembre de 2024.
Escudero resaltó que “la comida te da voz para contarlo todo”, también la guerra, lo que es crucial para comprender la interdisciplinariedad de la comida y su complejidad, no solo a la hora de contarla sino también de estudiarla. De hecho Remartínez consideró que es ya momento de abordar el periodismo gastronómico con mayor profundidad. Además reclamó el periodismo gastronómico como trabajo colectivo, en redacción, algo que no se suele ver en esta especialidad que casi siempre se trabaja como periodista externo o en régimen de colaboración.
Barbacil, uno de los históricos periodistas gastronómicos aragoneses, abrió además otra de las grandes cuestiones, la legitimidad y el interés de los nuevos profesionales del ramo al asegura que «la gente de mi edad pensamos que ya está todo hecho y leer cosas como Escribir gastronomía —el libro editado por Lakshmi Aguirre en Col&Col e impulsado por The Foodie Studies— te demuestra que no». Aguirre defendió por su parte el interés de temas como un asador de pollos en medio de la carretera o una señora haciendo espetos para el periodismo gastronómico.
Acosta por su parte admitió que su trabajo en la actualidad se centra en la divulgación de trabajos sobre food studies y dejar las colaboraciones cotidianas en prensa a nuevas voces, mientras que Miguel Angel Almodóvar que sigue muy activo con colaboraciones en diversos medios, se centró en su lucha ante lo que considera un declive absoluto: «ya no hay cocina en las casas pero tampoco en los restaurantes», sentenció.
Este curso de Alcañiz, que dirige la periodista Eva Defior, directora de Grupo La COMARCA, premió en esta ocasión a la periodista Rosa María Calaf, quien recordó en su intervención al recogerlo que «un despacho no es un premio, siempre quise estar en el terreno».
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