¡Hola! ¿Cómo estáis? Las clases avanzan y aunque parezca mentira ya hemos finalizado el segundo módulo del Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico The Foodie Studies. Éste se titulaba “Crítica gastronómica” y estaba impartido por la profesora, y directora del Máster, Yanet Acosta. En casi un mes de estas clases mis compañeros y yo hemos aprendido muchas cosas, aunque voy a intentar resumir las más importantes en estos diez puntos.
1.La contextualización histórica de lo que comemos.
Una de las primeras enseñanzas que obtuvimos en esta formación online fue que es muy importante conocer la Historia de los ingredientes y de las elaboraciones culinarias. Muchos de ellos han experimentado un importante periplo por medio mundo. Tanto es así, que consideramos en ocasiones como autóctonos, platos o productos que realmente vienen por ejemplo de Oceanía.
2. Comer no solo por necesidad, sino también por placer.
Los seres humanos no solo comemos para alimentarnos, sino también para obtener una satisfacción. Por eso no solo basta con comer para nutrirse, sino es necesario alimentar también el estado de ánimo.
3.Crítico gastronómico como guía y no como juez.
A pesar de que podría parecer que los críticos se dedican a juzgar los platos, su función primordial no es esa. Yo también lo creía, pero en clase hemos comprendido la importancia de la comunicación gastronómica, ya que una de las labores de un crítico es sumergirse en el mundo de la gastronomía para intentar descubrir cuáles son las experiencias culinarias más satisfactorias, exprimirlas y transmitir con palabras sus sensaciones, a modo de guía y divulgador.
4.La carta de un restaurante seduce con palabras.
A la hora de observar la carta de un restaurante, resulta fundamental detenerse en los nombres de los platos, porque dependiendo de qué palabras se elijan, se evocan imágenes o sensaciones. Personalmente, hasta que Yanet no comentó esta arquitectura de la carta en clase nunca me había parado a pensarlo.
5.Adivinanzas gastronómicas
Aunque lo que os voy a contar no sea un aprendizaje como tal, sí que es una manera muy satisfactoria y amena de descubrir. En las clases de Yanet, la interactuación de los alumnos era constante, en parte gracias a que éramos nosotros mismos los que intentábamos averiguar algunos datos curiosos. Por ejemplo, uno de estos juegos consistió en descubrir dónde estaba hecha la fotografía un plato. ¿Os parece fácil? Os sorprenderíais de lo pequeño que puede ser el mundo cuando se trata de cocina.
6.Tipos de crítica gastronómica
La crítica gastronómica no es solamente una opinión, que también puede darse, sino que lo más importante es la interpretación y la valoración, ya no objetiva, sino con rigor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay muchos tipos de críticas, la de elogios, la valorativa, la del derribo, la críptica… Sería conveniente saber por cuál de ellas te vas a decantar a la hora de escribir, sobre todo para centrarte y saber de qué vas a hablar.
7.Formación de calidad, práctica y teórica
Ya he hablado de que las clases de Yanet no solo eran de teoría, sino que también contaban con partes más distendidas en la que ella incitaba a la participación. Sin embargo, ahora quiero mencionar que más allá de las clases semanales, en el campus virtual la profesora nos proporcionaba materiales muy diversos para que nuestro aprendizaje fuese completo. Entre éstos, se encontraban críticas de grandes profesionales, así como vídeos en los que la propia Yanet hacía una crítica en el mismo restaurante. Gracias a esta fórmula interactiva, los alumnos pudimos apreciar el ambiente y los comentarios de la profesora de manera más directa.
8.En busca de un estilo propio
Las clases de Yanet han sido muy intensas y el trabajo muy duro. Pero gracias a ello, mis compañeros y yo nos hemos acercado a nuestro propio estilo. Resulta complicado encontrarlo, para ello hay que escribir muchas críticas, analizarlas e ir observando lo que más nos gusta. En este módulo, hemos realizado ejercicios de autocrítica, de estudio de nuestro propio trabajo y, he de decir, que han sido muy provechosos.
9.Tendencias
Los críticos no solo tienen que interpretar y valorar, sino que también tienen que estar muy atentos a las tendencias que van surgiendo. El objetivo es captarlas y transmitirlas, e incluso conocer en qué punto se encuentra esa tendencia para estar preparado cuando ésta decaiga. Para ello, Yanet nos enseñó un pequeño truco que seguro que trasmitirá a las futuras ediciones de este máster online.
10.La ética de un crítico
Después de algunas clases de este módulo, la profesora nos proponía temas de debate con los que también hemos aprendido mucho. Sin embargo, tras la última sesión del módulo sugirió responder a una serie de cuestiones que, personalmente, me removieron la conciencia. Se trata de unas cuestiones que podrían parecer sencillas, pero que si te paras a pensar en la sociedad actual no lo son. Como en tantos otros sitios, los profesionales se pueden llegar a corromper, aunque ¿quién marca dónde se encuentra la delgada línea que no se debe cruzar? La respuesta solo depende de uno mismo.
En estos diez puntos he intentado explicar lo que han supuesto para mí las clases de crítica gastronómica. Una aproximación a este tema que ha hecho que lo aprecie de otra forma, dejando que la vista y la imaginación lleguen más allá, aunque siempre teniendo muy presente la documentación rigurosa. Es necesario seguir aprendiendo, pero siento cómo estos pequeños pasos me acercan a la especialización, y es una sensación muy enriquecedora.
Si queréis más información sobre el Máster de Comunicación y Periodismo Gastronómico de The Foodie Studies dad al clic:
Y mis otros post como alumna infiltrada:
“Con mucho gusto“, “Una mirada infiltrada“, “Un mundo por descubrir“, “Gastronomía con los cinco sentidos”, “10 cosas que he aprendido en el módulo sobre blogs“, «Yanet Acosta hablará en Bruselas sobre la gastronomía en la literatura» y «Elaine Hernández (Bocatips), antigua alumna del Máster de The Foodie Studies«.